Lo bueno de prepárate tus propias mascarillas es que puedes adaptarlas en función de la época del año y asegurándote así de que responden a tus necesidades...
1) El aceite de almendras dulces: Rico en vitamina E.
Para tratamientos nutritivos, suavizantes y antiedad.
Ideal para pieles secas, descamadas y deshidratadas.
Otros: el aceite de argán, el aceite de jojoba.
2) Los aguacates: ricos en aceite, vitaminas y minerales.
Para tratamientos limpiadores, nutritivos y antienvejecimiento.
Ideal: para pieles secas y maduras.
Otros: la yema de huevo y el plátano.
3) Las fresas: Ricas en ácidos frutales (alfa-hidroxiácidos o AHA) y vitaminas. Alivia y da brillo a las pieles apagadas y frena la aparición de espinillas.
Ideal: para pieles jóvenes grasas y (zonas T) grasas.
Otros: el tomate, la papaya, la naranja y la manzana.
4) Las zanahorias: Ricas en antioxidantes. Para tratamientos antienvejecimiento, ayuda a mantener la piel tersa y suave.
Ideal: para pieles expuestas al sol o a la contaminación.
Otros: la clara de huevo y el pepino.
5) La harina de avena: Cereal rico en vitaminas B y E.
Es calmante y exfoliante.
Ideal: para pieles sensibles; reactivas, grasas y con manchas.
Otros: Papilla de copos de avena.
6) El caolín: es una arcilla blanca en polvo fino; limpia en profundidad las impurezas de la piel, absorbe la grasa y reseca los granitos.
Ideal: para pieles congestionadas, grasas y con granitos.
Otros: la tierra de batán.